Editora Regional de Extremadura
Consejería de Medio Ambiente-Junta de Extremadura
Premio de Lit. Infantil “El medio ambiente cuenta”
Mérida (Badajoz), 1999
Ilustradora: Pura M. Llarena
Págs.: 30
Edad recomendada: A partir de 8 años
Cuento premiado en el certamen de narrativa infantil de la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura sobre el tema de la importancia de la educación medioambiental y respeto a la Naturaleza en Extremadura, dirigido a niños de 8 a 11 años. Editado en Mérida por la cidada Consejeria con una tirada de 1000 ejemplares.
Cuento ecológico que narra la historia de una ciudad a través de un vidrio reciclado. Los protagonistas, Aladina y su perro Genio, se convierten en Embajadores del Cristal bajo las órdenes del Hada de los Vidrios y ante la presencia de una fantástica canica de colores.
COMIENZO DEL LIBRO
Sí, sí, has leído bien. La protagonista de esta historia se llama Aladina (una chica encantadora, todo hay que decirlo.) Mucho antes de que ella naciera, su madre se prometió a sí misma que su primer hijo se llamaría Aladino, como en el cuento. Desde pequeña su madre ha sido una gran admiradora de esa historia fantástica de amor y magia. Tanto le gustaba que se leyó más de veinte veces el cuento de Aladino y la Lámpara Maravillosa, y otras tantas veces disfrutó con la película del mismo título en el cine y en la televisión. Sin embargo, el destino caprichoso o algún genio malvado cambió el final de este sueño de cuentos infantiles y, por cambiar, cambió hasta la vocal a por la vocal o del famoso nombre de Aladino. Y ocurrió que, en un travieso día de no hace muchos años, en lugar de un niño, nació una niña coloradita y angelical a quién ahora todos llaman Aladina.
Te preguntarás dónde sucedió esta historia. ¿Tal vez en un país lejano cerca del EXTREMO oriente? ¿ O quizá dónde hay niños EXTREMADAMENTE pobres que se internan en cuevas solitarias y frotan cenicientas lámparas? ¿Tal vez en un lugar dónde aparecen genios de color verde sin EXTREMIDADES que cumplen difíciles deseos, y con un poco de suerte consiguen casarse con EXTREMOSAS princesas?
Pues no, ocurrió aquí, muy cerca de dónde vives, en la misma EXTREMADURA, en una ciudad española y milenaria fundada por los romanos llamada Mérida en la provincia de Badajoz.
Es aquí donde crece Aladina y en unos pocos años se convierte en una chica sensible, simpática y curiosa con las personas, animales y cosas que la rodean. Un buen día toma conciencia de la importancia del medio ambiente y decide hacerse ecologista. A partir de ese momento, Aladina será una niña ecosensible, ecosimpática, ecocuriosa y además, una gran defensora de las plantas y de los animales.
Y hablando de animales…
– ¡Guau, guau, guau!
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