Un árbol de Navidad poco corriente

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Ayuntamiento de Ciudad Real. Concejalía de Festejos
Ciudad Real, 2005
Prólogo: Cecilio Lopez Pastor, Cronista de la Ciudad
Ilustraciones: Tony Gómez
Págs.: 28
Edad recomendada: A partir de 3 años

Esta es la historia real de un árbol de Navidad muy diferente a los pinos y abetos que adornamos con luces y guirnaldas.

Incluida en la Guía de Lectura del Servicio Municipal de Bibliotecas del Ayuntamiento de Ciudad Real.

21.12.2017

Entrevista y dramatización del cuento por parte de Vega Hernández y Aurora González en Radio Castilla La Mancha dentro del espacio cultural La Colmena, sección La Letra Pequeña. Posteriormente la grabación se ha subido a ivoox  «La Hora del cuento»

Se puede escuchar aquí


COMIENZO DEL LIBRO

 

UN ÁRBOL DE NAVIDAD POCO CORRIENTE
 

Había una vez una ciudad digna de ser habitada por príncipes y reyes, por eso la llamaban Real. Aunque era pequeña, comparada con otras ciudades, en los últimos años estaba creciendo de un modo espectacular.

Tenía varios parques y jardines, y plazas, muchas plazas distintas donde los niños jugaban felices todas las tardes de todos los días del año.

Una de estas plazas estaba dedicada a Cervantes, el autor de El Quijote. Como era una plaza muy céntrica tenía bares, restaurantes, bancos, kioscos de prensa y golosinas, tiendas de ropa elegante, librerías, una administración de lotería y muchos edificios importantes.

Además de todo esto, tenía algo muy peculiar, un gran árbol en el centro con un tronco tan gordo que para abrazarlo se necesitaban seis o siete abrazos de niño, y con una copa tan inmensa que daba sombra en verano a seis o siete pandillas de chiquillos o ancianos.

Los vecinos de esta Real Ciudad decían de él que era centenario o milenario…
-Y eso, ¿qué es? -me preguntó uno de los pequeños que escuchaban este cuento real o real cuento.
-Pues que tiene más de cien o más de mil años -respondí al pequeño curioso, y continué.

También decían de él que siempre fue un árbol fuerte y con mucha suerte porque el resto de los árboles de la zona no habían podido sobrevivir a una remodelación de la Plaza, y él con tantos a sus espaldas, mejor dicho sobre sus ramas, se alzaba orgulloso de ser tan longevo, emblemático y esplendoroso.

Una mañana de otoño cuando el árbol escuchaba a un grupo de ancianos reírse de los chistes y chascarrillos…
-Oye, ¿qué son los chascarrillos? -me preguntó una niña como tú con los ojos abiertos como soles.
-Chascarrillos son frases graciosas o cuentecillos cortos -le contesté, y continué.

Pues bien, con los chistes y chascarrillos que contaba un viejo rechoncho de mofletes colorados como Sancho Panza, al árbol le dio un ataque de risa y comenzó a agitar nerviosamente sus ramas.

Los viejos miraron hacia arriba y al notar los bruscos movimientos de sus hojas comentaron:

… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …

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