Al sol y a solas

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Caja de Castilla la Mancha.
Toledo, 2006
Págs.: 190
Edad recomendada: Adultos

Los 154 artículos contenidos en esta edición han sido publicados en el Diario La Tribuna de Ciudad Real, en el periodo 2002-2005, en la columna del mismo nombre.


COMIENZO DEL LIBRO

 

LAS TRES ESES 
 

Hay una especie de refrán o dicho popular que nos habla de las tres eses a la hora de realizar un acto de aseo personal como es cortarse las uñas. Debe hacerse así, necesariamente, con tres palabras que comienzan con la letra ese, los sábados, al sol y a solas. Los sábados, porque de tradición nos viene el día elegido para la limpieza semanal en nuestras casas, aún en muchos de nuestros pueblos se elige este día para realizarla. Al sol, o en sitio donde el astro ilumine y caliente nuestro cuerpo, porque es sano que el sol entre en nuestras dependencias ventilándolo y soleándolo todo. Y a solas, sin compañía, porque hay actos que pertenecen a la intimidad y es mejor practicarlos en soledad .

Sirva lo anteriormente expuesto cual mínima justificación para iniciar esta columna de los sábados sin que haya lugar para buscar otras connotaciones soleadas, solitarias o de sospechosas limpiedumbres que nos lleven a pensar en la elección de un título con segundas intenciones.

Al sol y a solas se pueden hacer muchas cosas, piensen si no en la cantidad de acciones que así realizan a lo largo de su vida; personalmente, yo destacaría el juego, la lectura, la escritura y sobre todo una reflexión individualizada de lo que a nuestro alrededor acontece.

Al sol y a solas se pueden llevar a cabo grandes proyectos o pequeñas acciones que nos enseñen a valorar mejor la luz o la oscuridad, la soledad o la compañía, lo conveniente de lo inconveniente; se aprende a discernir sobre la amistad verdadera de las otras; sobre lo que acontece en nuestra ciudad, en nuestra provincia, en nuestra sociedad o en nuestra propia casa.

Al sol y a solas lograremos pensar en voz alta sobre lo que nos preocupa o nos atormenta, sobre lo que nos gusta o lo inaceptable para nuestras vidas. Pero también a la sombra y en compañía podemos hablar, pensar, leer, hacer deporte y, sobre todo, fijarnos en la persona que tenemos enfrente o en aquella otra, a miles de kilómetros, con su particular visión de vivir al sol y a solas.

 

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