Hace más de 20 años, en diciembre del 2002, Conchi Sánchez me llamó a su despacho. Yo ya había escrito tanto para el Diario Lanza como para el Diario La Tribuna, y publicados una decena de libros, pero eso de redactar una columna de opinión semanal pensaba que podría quedarme grande, debía haber experiencia, formación, criterio, edad… Pero ella me tranquilizó y animó para la tarea y ahí seguimos.
Estaba recién llegada ocupando la dirección y comenzó a hacer cambios, como rodearse de un equipo peculiar de columnistas y colaboradores. “Nos falta la chica”.-Me dijo. “Y queremos que seas tú”. En aquellos tiempos acciones positivas como esas no eran discutidas, ni tampoco aplaudidas.
Eran tiempos iniciales de nuevos feminismos, de dar importancia justa a lo femenino y a lo feminista, sin aspavientos, porque se entendía que otros discursos salidos de la mente de la mujer debían ser justamente leídos y escuchados. Comenzaba una tímida paridad.
Daba gusto leer cada día las columnas más cercanas de opinión de autores varones conocidos y hallarte entre ellos por obra y gracia de Conchi Sánchez, afortunadamente después, llegarían más
firmas femeninas.
Ahora, pasados los años, nos falta la chica, la chica que sabía dirigir periódicos. La chica joven que nos ha dejado, porque siempre será joven. Conchi presentó uno de mis libros en 2006, junto a Prado Martínez, con anécdota de vestido de Zara incluida, mi primer libro de artículos “Al sol y a solas”. Allí estuvo defendiendo a su colaboradora con generosidad.
Además de en La Tribuna, especialmente, le gustaba seguirme en los eventos de la Biblioteca Infantil como cuentacuentos. Me hablaba de llevar a su primera hija, pero no hubo ocasión. Claudia, a la que le deseo lo mejor y mucho ánimo junto a su hermana, creció y ya es mayor para cuentos, pero para ambas hermanas traigo unas frases de “El mágico mundo de los periódicos”, como pequeño homenaje
a Conchi.
“¿Y qué es un periódico?”- pregunta en el cuento un niño.
Conchi lo sabía muy bien. “Es… como un libro, con hojas enormes y finas, y con miles de historias todos los días.” “Puedes ver lo que está pasando en todo el mundo. ¡Aaaah! Es como una bola de cristal.” Con un periódico se pueden hacer barcos de papel, pelotas, gorros, monigotes… “Es como una enorme sopa de letras.” Los periódicos se hacen de noche. “Y aparecen por el día en muchos lugares distintos.” Tienen magia. Trabajan muchas personas como Conchi Sánchez y otros periodistas que entrevistan a personas importantes, se hacen y ponen fotos, y entre todos convierten los periódicos en obras de arte, le ponen letras de colores y hojas con forma de corazón. “Un periódico es como una
manta con la que cada día descubres lo bonito y lo feo de este mundo, lo bueno y lo malo, pero también lo que puedes hacer para cambiarlo.” Para todo eso, nos falta la chica, nos falta una madre, nos falta una amiga, nos falta una compañera, nos falta Conchi.
*Los textos entrecomillados pertenecen al cuento “El mágico mundo de los periódicos” de María Oset, Editorial Pequepress.