“Creo que no hay libertad sin respeto, y no hay respeto con engaño y falsedad”

Entrevista en Oretania y Lanza Digital.
Foto de Pepe J.Galanes

Entrevista en Lanza Digital

Nieves Fernández Rodríguez nace en Almagro. Diplomada en Profesorado de E.G.B. en Lengua Española e Idiomas Modernos. Ha desarrollado su actividad laboral en diversos ámbitos de la lectura y la cultura en general: promotora de la lectura, cuentacuentos, animadora sociocultural, directora de la Universidad Popular y coordinadora de la Casa de la Cultura del Ayto. de Torralba de Calatrava (Ciudad Real). Actualmente es profesora de Secundaria y Servicios Socioculturales y a la Comunidad en los ciclos de Grado Medio y Superior: Educación Infantil, Integración Social, Promoción de Igualdad de Género y Atención a Personas en situación de Dependencia.

Nieves Fernández, ha pretendido ver siempre su poética como una ventana que se abre al mundo para expresar sus miedos, sus sentimientos y su mundo más personal. Mujer de su tiempo y gran creadora, no sabría con que libro quedarse de los más de cuarenta que lleva publicados, los elegiría todos. Al igual que la libertad para ella es poder elegirlo todo, matizando que “siempre que no nos metamos en la elección de los demás si fuera contraria”. Acerquémonos, a través de nuestra entrevista, un poco más a esta sorprendente poeta que como propuesta permanente tiene la de algún día encontrar un buen rincón, escribir un buen poema y publicar un gran libro.

¿Quién es Nieves Fernández?

 

Una persona múltiple, mujer de su tiempo, a la que le gusta escribir desde la adolescencia. Una docente que ha puesto su empeño en considerar la escritura como su gran vocación. Me considero una manchega muy familiar, muy activa, muy creativa, muy sentimental, muy agradecida…, que pone siempre su sonrisa a disposición de los demás, creo que soy una persona generosa, fiel amiga de mis amigos y escritora variopinta en distintos géneros en los que he tenido el gusto de crear mis textos y, por supuesto, publicarlos.

¿Cómo le cogió el gusto a la poesía? ¿Por qué escribe?

 

Tuve una profesora en Almagro, doña Antoñita, que a nuestros ocho años nos leía poesías cortas de su creación, de esas que le cantábamos a la Virgen en mayo, coplillas fervorosas, y allí descubrí “algo”. Ella además era esposa de otro profesor poeta que nunca se le reconoció su valía, Francisco Briñón, los dos eran semilla de poesía, pero quizá sus alumnos nunca nos dimos por enterados, (eso como profesora ahora me duele), luego llegó la adolescencia, y entramos en ella escribiendo algo tan diferente como poemas existenciales y cuentos infantiles, y ya no supe salir de la escritura. Conté con la “Revista Mirador” de Almagro como primer recurso municipal donde publicar mis textos, conté con un bautizo espectacular en las Bodegas A-7 de Valdepeñas como joven poeta, y conté con un librito de poesía infantil que dio mucho que hablar, como mi primer libro publicado por la Diputación de Ciudad Real hace casi treinta años, se llamó “Poemas de recreo y mochila” y con él me inicié como promotora de la lectura.

¿Qué concepción tiene de la poesía? ¿Qué meta debe alcanzar este arte y qué puede o debe cambiar?

Mi poética la he pretendido ver siempre como una ventana que se abre al mundo para expresar mis miedos, mis sentimientos y mi mundo más personal. Se intenta dar la mejor expresión o de más impacto para los temas y detalles que nos ofrece la vida, siempre teniendo a la palabra como aliada y para darla a entender con verdad y belleza.

El objetivo a alcanzar sería no buscar nada concreto, si acaso dar lo que nos sale de dentro, que no es poco, pero sin ninguna aspiración específica. Es la inutilidad de la poesía como fin último, pero que da muchas satisfacciones.

En cuanto a los cambios, no soy yo la persona más idónea para decirlo, pero creo que debe cambiar el endiosamiento que a veces va unido a los poetas, no se trata de que por un libro publicado en autoedición nos hayamos colocado en el Parnaso de la Poesía. Nadie tiene acceso directo a él, no hay que olvidar que todos estamos en el mismo camino y que actualmente existe una gran democratización de la cultura en redes sociales. Todos tenemos en el bolsillo una imprenta de Gutenberg, todos programamos actos literarios, todos escribimos obras “maravillosas”, y toda nuestra obra, buena o menos buena, se mezcla con la del resto de autores en un batiburrillo que no te deja leer siquiera un porcentaje mínimo de lo publicado o difundido de los autores más cercanos. No me gusta encontrarme faltas de ortografía en los textos, ya ni siquiera literarios, sino del habla cotidiana, en personas que ya se creen que están en ese parnaso poético. Y ahí no llegaremos todos, no llegará nadie, esto es un camino que nos lleva a aprender, a disfrutar de la difusión de nuestra obra y a perder el ego que nos muestra por los cuatro costados que solo somos aprendices de poeta, y que por muy lejos que llevemos nuestras obras, no vamos a ser reconocidos, y digo esto con conocimiento de causa, porque si los grandes autores, esos que todavía no conocemos a fondo siguen escondidos, ¿qué será de nosotros? En cualquier caso, soy optimista por naturaleza y confío en seguir editando, escribiendo, aprendiendo y disfrutando de la literatura.

Ha logrado numerosos reconocimientos literarios. ¿Cree que esos poemas que le consagraron ganadora fueron sus mejores poemas?

No, creo que no siempre los poemas premiados con los grandes galardones son los mejores, quiero pensar que lo bueno siempre está por llegar, los mejores libros, los mejores poemas están en el limbo de la creación, están por llegar. Mi centenar de premios puede deberse a una época en la que escribía mucho y acertaba en los gustos del jurado, pero no siempre se acierta.

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

A veces, versos míos muy antiguos me sorprenden y otras veces no me convencen nada. No sabría responder bien a esta pregunta, intento que si hay crítica hacia mis poemas no me hundan emocionalmente, sigo mi camino, sigo adelante… Creo que con los años soy más transparente, y evoluciono a los poemas y temáticas más diversas. El problema es que no siempre el poeta publica en el mismo orden en el que va creando, algún día prepararé mis versos en el orden en el que deben ir. Un día de estos me organizaré que dijo alguien…, y veré o veremos con claridad esos cambios poéticos.

Otras veces, respondo con poemas de poetas consagrados, ya criticados por poemas que no reconocería nadie como buenos y a mí me encantan. Me gustaría decir que, en poesía, no siempre lo políticamente correcto es un buen poema, eso lo tengo muy claro, y mis poemas ahora están en plena evolución, me muevo en muchos perfiles, con muchas maneras de expresión. Creo que hay poetas que siempre escriben los mismos poemas, no se salen de la norma, de su norma, que suele ser la norma narrativa y ya. Creo que intento hacer cosas muy diferentes en el mundo de la expresión y la palabra, y aprender mucho mientras tanto. A veces, hasta lo consigo.

¿En qué medida existe una relación entre la literatura y los principios éticos, morales y, sobre todo, sociales?

Desde el tiempo de las cantigas o cántigas del pasado medieval existe una gran relación entre calidad del poema y moralidad: el poeta si era bueno como poeta en sus obras también debía serlo como persona, y viceversa. Creo que eso ya lo hemos olvidado un poco, y en los poetas no siempre se da esta buena relación. Siento decir que actualmente hay mucha rivalidad, mucho ego que nadie está dispuesto a perder, aunque con ello deba dejar de trepar en círculos literarios cercanos y lejanos. Intento ser positiva, pero para eso hay que callar a veces y aguantar, y posiblemente nadie querrá hablar de esto. El poeta se sirve de la soledad y del silencio y hay veces que hay demasiado barullo para poder crear.

¿Cómo es su propio proceso a la hora de escribir poesía?

Soy algo caótica, pero podría decir que comienzo por escribir poemas sueltos, cuando me llega una idea o una frase, o un gran tema o un buen título, y a cualquier hora, en un caos muy personal al no haber encontrado aún mi pequeño o gran cuarto propio. No he llegado a él porque ya he tenido varios y ninguno me ha convencido. Creo que mi cuarto propio verdadero es el silencio, la tranquilidad, y las ganas de expresarme y sacar de dentro de mí palabras y emociones positivas y negativas. Luego llega el conjunto de poemas…, si es que llega. Mis propuestas permanentes: algún día encontraré un buen rincón, escribiré un buen poema y publicaré un gran libro.

Tiene publicado una gran cantidad de libros y colaboraciones en diferentes antologías, especialmente de poesía. Si solo pudiese quedarse con uno, ¿cuál de ellos elegiría y por qué?

Uno solo es imposible, me voy al tópico de que son como hijos, y me sería imposible elegir. Creo que haría trampa, cogería por los menos diez libros de mis cuarenta publicados, de distintos géneros, para distintas edades, o quizá veinte. Me dejaría los que están en la nube, o los que se han vendido más, sobre todo en Ecuador y México por estar más difundidos y me cogería los más vulnerables, esos a los que nadie ha hecho ni una reseña, y a los más fuertes los dejaría volar por su cuenta, como si fueran hijos altos y sanos. Ya en serio, no podría coger uno, tomaría el enlace de mi blog para no olvidar ninguno de los publicados.

¿Cómo ve actualmente la literatura, y en particular la poesía, en nuestra provincia?

La veo sobre todo muy activa en recitales, en difusión de obras de todo tipo y en autoedición. Los poetas, desde que tuvimos la fortuna de editar “Cántiga, Poetas de la provincia de Ciudad Real, primer cuarto del siglo XXI”, obra unida al desarrollo de redes sociales como WhatsApp, Instagram y Facebook y, por supuesto, la labor del Grupo Oretania con el que todos seguimos a Luis Díaz-Cacho que invita a los poetas de la provincia a crear y con Julio Criado que nos publica libros corales muy a menudo, nos hemos encontrado con un gran caldo de cultivo, y es que ha llegado la multiplicidad, la buena multitud poética, aunque algunos poetas cercanos prefieran la singularidad y renieguen de ella. Pero lo queramos o no, somos las dos concepciones: singularidad y multiplicidad de la escritura, y ambas las necesitamos.

Y, por último, ¿Qué es la libertad para usted?

La libertad para mí es poder elegirlo todo, siempre que no nos metamos en la elección de los demás si fuera contraria. Creo que no hay libertad sin respeto, y no hay respeto con engaño y falsedad. La libertad debería ir siempre unida a un poco de cariño y tolerancia. Ser libres para querernos un poco más.

He tenido el gusto de poder responder estas preguntas con toda la libertad, muy agradecida a Oretania por la entrevista, por los libros corales publicados en los que he colaborado y, por supuesto, muchas gracias por publicarme el libro de narrativa “Cesta de Dulcinea” y el álbum infantil ilustrado “Abecebarrio”.

Nota: Palabras a la libertad

El lema del “XV Encuentro Oretania de Poetas” de la provincia de Ciudad Real, es “Palabras a la libertad”. Se celebrará el 25 de marzo, a las 19,30 horas, en el Auditorio de Granátula de Calatrava, y está coordinado por el poeta solanero Luis Díaz-Cacho.

Esta edición cuenta con el prólogo de la poeta, Eloísa Pardo Castro y las composiciones poéticas de Charo Bernal Celestino, Elisabeth Porrero Vozmediano, Eugenio Arce Lérida, Javier Márquez, Jesús Lara Serrano, Juana Pinés Maeso, Luis Díaz-Cacho Campillo, Luis Romero de Ávila Prieto, María Antonia García de León, María del Carmen Matute Rodero, María José Redondo Sánchez-Migallón (Mayu), Nieves Fernández, Pilar Serrano de Menchén, Presentación Pérez González, Ramón Aguirre, Ramón María Díaz-Cacho y Vicky Ciudad. Las ilustraciones de Rosa Leal Arias y la colaboración de los “poetas del barro”, Ángel Leal, Graci Arias y María de Gracia Leal y, además, tendremos en Granátula de Calatrava, como poeta invitado, a Marciano Sánchez Cabanillas. El acompañamiento musical vendrá de la mano de la A. C. “La Rondalla Oretana” y también habrá una ‘Mención Especial’ para Fran Barba, por su dedicación desinteresada a la difusión de la poesía y de los poetas de la provincia de Ciudad Real, algo que, en palabras del editor Julio Criado, “coincide plenamente con la filosofía por la que se crearon estos encuentros” y añade, “menciones que, los organizadores, tenemos intención de seguir entregando en cada uno de los próximos encuentros que se realicen”.

 

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