Muchos mensajes sobre la mujer vamos a escuchar en este mes de marzo, mes femenino por tradición desde antes de la I Guerra Mundial, en 1911 ya se celebró en marzo el Día de la Mujer en Austria, Alemania, Dinamarca y Suiza. En España fue precisamente un ocho de marzo de 1910 cuando la mujer puede matricularse en una universidad en igualdad de condiciones que un hombre, gracias a Emilia Pardo Bazán, curiosamente mucho antes que en la Universidad Cambridge de Inglaterra.
El 25 de marzo de 1911 murieron las camiseras de una fábrica en un incendio en Nueva York, 140 mujeres víctimas de las peores condiciones laborales. En 1914 se celebra oficialmente el Día Internacional de la Mujer, se protesta por la guerra, un 8 de marzo, y por mostrar solidaridad con las mujeres en Alemania, Suecia y Rusia.
Desde hace relativamente poco tiempo la ONU establece unos mensajes o consignas para celebrar o reivindicar los derechos de la mujer en el mundo, en 1915 era “Empoderando a las mujeres, empoderando a la humanidad: ¡Imagínalo!”, en 1913 fue “Una promesa es una promesa: Acabemos con la violencia contra la mujer”. El de este año de 2017 es “Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”. Para 2030 se pretenden unos cuantos objetivos que se relacionan con el mundo laboral femenino y su integridad, como que las niñas terminen sus estudios de primaria y secundaria, la no discriminación contra niñas y mujeres, eliminar la violencia contra ellas en lo público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual, eliminar el matrimonio infantil forzado y la mutilación genital femenina. Pero por muchas consignas que haya, el hombre y la mujer no consiguen avanzar en su convivencia con igualdad, justicia y libertad.
Escuchas a un gobernante votado por miles o millones de personas de su país, hablar de la mujer de forma despectiva sobre tu tamaño, inteligencia, sueldo, fragilidad, debilidad y enseguida aparecen miles de mujeres en la boca de una mujer para demostrar que está equivocado. Mensajes machistas donde los haya.
Hay otros mensajes que nos lanzan, y aún con interrogaciones o no en los laterales de un autobús, hacen daño, consiguen llamar nuestra atención, porque las palabras de ciertos mensajes modifican los comportamientos, duelen en lo más profundo, hacen que repliquemos como resortes, que protestemos de forma inmediata para llevar razón.
Ayer, asistí a una muy interesante conferencia de Oliva Blanco sobre las mujeres en la I Guerra Mundial, a golpe de cartel de la época se representaba, a veces de manera real o muy contradictoria la realidad femenina que se vivía donde gracias a ellas hubo munición y cosechas. Tres mensajes me llamaron la atención: “La mujer ensarta munición como quien ensarta perlas en un collar”, “Dios creó el arado y la mujer lo guía” y “Cada mujer adecuada puede reemplazar al hombre adecuado”. Vean si son malintencionados esos mensajes o si lo son todos los que escuchen en este marzo. Mañana, formaré parte del Grito de Mujer poético en Córdoba, por las niñas del mundo. Para bien o para mal, mensajes de marzo.