No es la primera vez que elijo este tema, la actualidad manda, pero es que ¡vaya con la suciedad que se va acumulando en algunos rincones, por no decir países! En lo doméstico, durante la semana, vamos al día a día, y llega el sábado y, sin querer, nos acordamos de la costumbre de nuestros pueblos, basada en la tradición de hacer limpieza más general, se llamaba “hacer sábado”. Una tradición antigua, por cierto, muy temerosa de los judíos de esforzarse por que se viera que limpiaban su casa; limpiar la casa en sábado para defenderse de sus enemigos, pues éste era su día sagrado y de descanso, sacudir alfombras, limpiar todo y hacer sábado para que no digan, para que no denuncien. Haciéndolo así se libraban de no parecer cristianos, de no ser perseguidos por ellos, la eterna pugna de las religiones.
Y la eterna pugna de los gestores y personajes importantes de la actual sociedad no es sólo ser honrado, sino parecerlo y, si es posible, demostrarlo en los juzgados. Pero hay jefes, políticos, famosos y profesionales, que se supone deben tener un nivel ético, no sólo monetario, no siempre lo primero va unido a lo segundo, que han hecho tarde sus limpiezas del sábado y ahora muestran sus rincones más sucios y son perseguidos por las autoridades y la justicia.
En nuestro país, se puede decir que muchos han querido parecer honrados durante décadas, sin conseguirlo, que han sacudido alfombras en los sábados para guardar las formas, que se han mostrado limpios como mandan los cánones pero que ahora hay alguien por ahí llamado pueblo que no les va a guardar más sus secretos domésticos de bayetas y sucias aguas a cambio de las frescas coladas.
Al leer o escuchar los medios de comunicación, parece que ha llegado la hora de limpiar en profundidad, hay veces que los inspectores de lo limpio y lo sucio nos avisan por megafonía de cuando le llega el turno a uno u a otro, nos avisan del fin de la prepotencia y superioridad de algunos. ¡Cómo es el ser humano! ¡Cómo le gusta esconder secretos de fregona si con ello saca alguna tajadilla! Todo tapado y con lucro para destacar sobre los otros, los inocentes que nunca querrán sacar de este modo tajada.
Todo limpio, esto se va a quedar como los chorros del oro, porque cuanto más se limpia así a golpe de altavoz y de los medios, algunos muy manipulados, parece que más queda por limpiar en los rincones de esta España que hace sábado, no sólo los sábados, sino todos los días y en todos los momentos de la jornada. Toca desinfectar las huellas, toca restregar bien las conciencias de partidos, cargos, sindicatos, instituciones varias, toca dar brillo a algún rincón, siquiera para dar a las nuevas generaciones que nos alcanzan una buena lección de limpieza, transparencia e hidalguía. Quizá lo consigamos. Los nombres los sabemos. Así que ahora, ya saben todo limpio, todo justo, todo legal y después a pasar el algodón, el que no engaña.