Un recital de poesía infantil en mayo de 2011 en el Convento de la Merced por parte del Grupo Literario Guadiana es el origen del poemario Este sol de la infancia que este sábado se presentó en la Biblioteca Pública del Estado. Editado por la Biblioteca de Autores Manchegos de la Diputación tiene una tirada de 1.500 ejemplares que se distribuyen por los canales habituales de la BAM -suscripciones preferentemente- pero también en las librerías y en los colegios. “Ahora ese poryecto ha visto la luz,” recuerda el director del Grupo, Eugenio Arce.
Un total de 22 autores desgranan su poesía en clave infantil, pero no por ello menos profunda y si cabe más bella que la poesía de adultos. Este sol de la infancia es el primer verso del último poema inacabado que Antonio Machado escribió en el exilio en Collioure y ha sido una excusa perfecta para titular el libro porque de alguna manera “el sol de la infancia es un sol que nos calienta e ilumina durante toda nuestra exustencia”, precisa el propio Arce en el prólogo del libro. “El sol de la infancia significa la recuperación del mundo mágico de esos años”, dice a Lanza.
El libro que comienza con el poema de Manuel Mejía Pasión de abuelo (Miraba una rana/el niño Alejandro, allá en un meandro/ del río Guadiana) es una ocasión de oro para acercar la lírica a los más pequeños pero también a los jóvenes. El poemario que finaliza con los versos del poema Nada es lo que parece de David Gómez (Y si en un sueño hay planetas/ y montañas hasta incluso el Universo.. ¿Por qué no cabe en la mesa -si quieres- lo que tú quieras?) es un puñado de magnifica poesía para niños que rehuye el artificio del lugar común y mantiene una calidad inapelable que prueba a su vez la madurez lírica de todos sus autores.
El profesor de instituto Vicente Castellano, musicó y cantó uno de ellos Niña del desierto de María Jesús Moreno, y con ello demostró también que un poema puede crecer exponencialmente si se le aplica la melodía y la voz adecuadas: Una vez fui a la escuela cuando niña/Una vez tuve un libro/ que hablaba de países donde hay árboles/ y flores como besos, hierbas, rios/ ¡El agua daba vida a las cosas! ¡Se bañaban los niños! El propio Arce con Canción de María participa en este poemario con otros escritores como Santiago Romero, Restituto Nuñez, Juana Pinés, Nieves Fernández, entre otros. El libro está profusa y magistralmente ilustrado por Pilar Criado.
(Fuente: http://www.lanzadigital.com/)