Natividad Cepeda, amor excelso y naturaleza

Natividad Cepeda camina entre el paisaje manchego como nadie, lo observa y lo transmuta en sentimiento, pero no sólo describe los árboles, ríos, bombos tomelloseros sino su propia esencia. En su último libro Camino de amor hace alusión a su auténtico legado de “mancheguía”: Esta tierra manchega soy yo, y Dios es mi refugio, / bello mar de llanura donde flota la barca / de mis antepasados.

Que cite a Dios y se llame Camino de amor no es tema casual este libro místico publicado en la Colección Erato, Musa griega amorosa y romántica, como la misma autora lo es a través de sus escritos, también en prosa poética como igual se prodiga la poeta. Así define a los ángeles al llegar a los lugares de Dios, en un artículo de prensa: Los mensajeros son los encargados de hacer posible la voluntad de Dios. Los ángeles son seres espirituales que pueblan todas las grandes religiones, son benéficos para los pobres mortales y para los lugares donde aparecen.  Permanecen en esos lugares velando por el entorno y la vida que en ellos se desarrolla.

De nuevo espiritualidad y lugares de Dios. Y es que ella misma se puede considerar un ángel de Dios y de la poesía, pero un ángel valiente, ¿quién si no se atreve a contar con Dios en los escritos? ¿Qué poeta se lanza a describir en un papel la vida amorosa de los santos y a relacionarlos con su propio ser y su paisaje? Aparece en el libro Santa Teresa, santa que lleva el propio apellido de la escritora, ya nos hablará del árbol genealógico; Ismael a quien apoya como nuevo santo de su origen cercano en el poema Geografía de amor: …escancia tu amor hecho plegaria por la aldea global / donde ahora te buscamos. Silencio de llanura, / llanto sin lágrimas, brote de trigo que en mitad / de la cizaña crece. Pero también San Juan  de la Cruz, San Juan de Ávila, Santiago… todos ellos comprometidos con el paisaje, como Natividad: La magia y el amor que sentimos por esta tierra nos inunda cuando el atardecer pinta el ocaso de malvas y escarlatas, y todo el paisaje nos sumerge en sus contornos, nos dirá la escritora en otra publicación en su blog de Internet.

Recién presentado el libro en Tomelloso, arropada por dos poetas igualmente manchegos y comprometidos con la tierra, Pilar Serrano de Menchén y Juan José Guardia Polaino, en un fin de semana intenso para la poeta, se ha hecho una lectura con una selección de sus libros en la Casa de Castilla- La Mancha en Madrid, donde asistimos, dentro de la Cuerva Literaria de la Peña Rodense, presentada por el también escritor tomellosero José López Martínez, damos fe del profundo silencio en la lectura de un poema que no deben perderse: Ese altar de la Virgen en Mayo, con su tía María esperando con flores, damos fe del agua, de las nubes, de la tardes de invierno, de cepas y racimos, de olivos y espigas, o de la misma nieve real, de la luz azul navideña, cómo olvidar la Navidad si ahí está su propio nombre de pila: Si no creyera que Dios es cierto; / lo inventaría…

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