Eusebio Loro, el Dalí de Las Tablas

El surrealismo nos llega en esta primavera con el pintor Eusebio Loro para recordarnos que los artistas dan mucha importancia al pensamiento, pero luego no dejan que la razón intervenga en sus lienzos, por eso un zapato puede ser un coche, un pie puede ser una cabeza o cualquier objeto, así la plástica de la metáfora o imagen se hace poesía.

Animales como los búhos, las mariposas, los caballos se pasean por sus lienzos con toda naturalidad, como los modelos humanos, para decirnos algo más que una idea o un sueño onírico e irreal, Es la misma vida la que aparece en los lienzos, subida de tono a veces, pero real.

Lo que importa en la nueva exposición del daimieleño Loro, titulada precisamente Surrealismo, no es tanto la representación sino la comunicación directa del pintor con su público. Importa el todo de la obra, pero sobre todo importa la parte, es como cuando se crea un “cadáver exquisito” en pintura o en literatura, de la que Eusebio Loro también sabe, formado por diferentes partes de un todo, verdadera creación de los surrealistas franceses, donde al final de todas las aportaciones de los poetas o pintores surgía una nueva figura exquisita.

Un inciso, curiosamente hemos sido invitados a participar esta misma semana en un cadáver exquisito poético, por las redes, y ando expectante para ver el resultado ya sea pictórico o literario.

Perdón por el inciso. Así quedarían definidos varios de los cuadros que se exponen en el Museo López-Villaseñor por parte de Eusebio Loro, serían como cadáveres exquisitos, parecidos a los cuadros de los pintores surrealistas Dalí, Miró, Frida Khalo y Maruja Mallo, por nombrar a cuatro artistas surrealistas con paridad en ese mismo estilo, para destacar de la obra de este pintor su gran colorido, sus figuras llamativas, la musculatura en las extremidades, las arrugas tanto en la piel del rostro como en los ropajes y túnicas de los personajes. Pero no me he quedado ahí, en los 24 cuadros del pintor de Las Tablas, he indagado en su blog, en sus redes sociales para contemplar nuevas obras, tal vez menos surrealistas, pero siempre con su marca de autor, es decir un color espectacular y una trama gruesa que no te deja indiferente.

El padre del surrealismo, el francés Bretón, no quedaría impasible ante los cuadros de Eusebio Loro Sánchez de Pablo. Hay que reconocer que algunos temas son áridos y menos agradables de ver pero tienen tanta fuerza que nos trasladan al corazón del pintor y a cuál sería el motivo o momento de la creación.

El pintor también escribe novelas y es poeta, ha escrito en los últimos años varios libros de narrativa y poesía.

Me gusta elegir un cuadro a la salida de una exposición, vieja costumbre de mi época docente en la pintura, pero hay varios cuadros que me atraen por su fuerza pictórica en ésta: Tiempo de crisis, Sueño de poeta, Hacia la soledad y Con los amigos. Buen itinerario.

 

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