“Baten los tambores de la rebelión y se unen a los fugitivos, a los mártires y a los que conspiran.” No se asusten, somos pacíficos, demasiado diría para lo que estamos viviendo, sólo somos poetas y nuestra conspiración y rebelión nos lleva a la rebelión de los libros y versos, nada más, nada menos, pero no nos infravaloren.
Hoy todo está en Juan José Guardia como antes lo estuvo en el poeta norteamericano Walt Whitman, a quien dedica en su nuevo libro toda una alegoría sobre su vida y obra, un homenaje a través de la distancia, el tiempo y la geografía, conspirando con él “desde la oscuridad y la sombra…” El viejo poeta le precede en su experiencia, en la estrofa final de “No te detengas” en versión de Leandro Wolfson, Whitman dirá: “Las experiencias de quienes nos precedieron/ de nuestros ‘poetas muertos’/ te ayudan a caminar por la vida/ la sociedad de ley somos nosotros: / los ‘poetas vivos’. / No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.” Y el poeta de Infantes con su poética de aquí y residiendo en Valdepeñas no va a permitir que se le pase la vida sin gritar o escribir al mundo lo que desea, ya sea por la lección poética de Whitman, o por la lección de sí mismo y de su propia vida, porque Juanjo es una persona activa en el gran mundo artístico de su tierra, en el mundo que él también se ha forjado, heredando los mundos de grandes poetas como Juan Alcaide, Quevedo o el mismo Walt Whitman. Y en ello anda con toda la vitalidad de la experiencia que dan los ’poetas muertos’ que por supuesto siguen muy vivos.
Pero Juan José no sólo es vitalidad y actividad poética también es libertad, “Libertad en la pluma y en la roca, / sobre el acero/ y para la gleba…/ Libertad al bosque y la cabaña. / Libertad por ser río, muchacho y noche… / Libertad al este, al búfalo y al oeste…”, por ello el poeta manchego se asocia a los poetas pioneros libertarios del siglo XIX donde lo libre se une a lo natural: “Quiero un hombre antiguo sobre mi derrota/ apostado a la orilla de cada camino, / que pida ser sol/ astro/ piedra/ yedra o labio.” Y Guardia Polaino pide que le traiga el viento, también pide ese viento de libertad a los poetas que recibieron su influencia como Rubén Darío, Lorca, Martí, Neruda, Maiakovski, León Felipe y tantos otros “apóstoles de la épica y la resurrección.” Juanjo pide ayuda al padre del verso libre, al creador del realismo filosófico, al pionero de la moderna poesía americana, para entenderse a sí mismo utilizando también el verso libre, filosofando sobre su realidad y modernizando sus propios versos, haciendo alusión a su obra más característica. “Nombro tu pecho por encima del viento/ miro desde adentro tus Hojas de Hierba.” Precisamente en el prefacio de Hojas de Hierba aparece una frase memorable: “La prueba de un poeta es que su país lo absorba sentimentalmente de la misma forma que él absorbió a su país.
”Somos testigos de su conspiración: “Sé que amanece tu nombre en las colinas/ aquel temblor nacido de la tierra, te llamó” Juan José./ Juan José Guardia Polaino.