Cualquier congreso que se precie es digno de no ser asumido y presenciado en su totalidad por los interesados, sea por coincidencia de horario laboral, de estudios, o por confluencia de comunicaciones en distintas sedes. Es el caso de los congresos en los que he participado, sea como asistente o ponente, primero seleccionas ponencias en las que estás interesada y son muchas conferencias, optas por hacer una selección aún más cerrada, basándote en lo que puedes llegar a presenciar. El problema es cuando también debes exponer tú y combinas mejor los horarios para conciliar tiempos personales y profesionales.
Tras el éxito del I Congreso Nacional “Ciudad Real y su provincia”, organizado en la presente semana por el Instituto de Estudios Manchegos, cabe recordar que es la primera vez que se organiza a nivel nacional y que han sido 154 autores los que han expuesto sus 108 ponencias que se verán publicadas, de inmediato, quizá en mayo, así lo dijo el presidente Francisco Alía al inaugurarlo. Destacar la conferencia inicial “Relinchos de Rocinante y suspiros del rucio” de Jerónimo Anaya, vicepresidente del IEM, quien nos dio una buena lección de cervantismo resumida en las últimas frases donde invita, (a quien no lo haya leído), a leer El Quijote. Satisfacción al encontrar a cervantistas como la poeta y escritora Pilar Serrano de Menchén, quien precisamente no exponía ningún tema cervantino, sino de la idiosincrasia de su patrona la Virgen de la Encarnación de Peñarroya, o a José Mª Lozano Cabezuelo, director de la Casa Museo Francisco de Quevedo de Torre de Juan Abad, quien expuso interesantes coincidencias entre Quevedo y Cervantes, o al profesor cordobés Diego Santiago Laguna entrelazando gastronomía con ayunos de Sancho Panza. Hemos presenciado alguna conferencia notable sobre literatura como la del poeta Raimundo Escribano hablando de narrativa, pero quería hacer una mínima relación del saber y conocimiento de lo expuesto concentrado en sólo dos días.
Los temas se distribuyen por Mesas, la primera en el Antiguo Casino, dedicada a la Historia; la segunda en el Museo” López Villaseñor” dedicada a la Geografía, Literatura, Pensamiento y Ciencias; y la tercera dedicada al Arte y Patrimonio en el Museo de la Merced. Un acierto estos tres lugares cercanos entre sí y céntricos. Como ejemplo, cito algunas ponencias para verlas en su conjunto el gran evento. En Historia seducen temas sobre la aeronáutica, el mercurio, la prehistoria, los iberos oretanos, las cerámicas romanas, el futbol de 1910, los escribanos almagreños, las cazoletas de Puertollano, la conspiración del 36 y los maestros de la República. En la siguiente Mesa llaman la atención El Geolodía, el origen de la Semana Santa, el nacimiento del río Guadiana, los veterinarios del siglo XVIII, las postales sonoras del Campo de Calatrava, el proceso a una bruja, el habla manchega, la Atalaya, la Biosfera de La Mancha, y en la Mesa más artística, el silbato de piedra, la Virgen de las Nieves de Montiel, la fábrica almagreña de la Madre de Dios, los molinos del Azuer, relatos sobre La Mancha del siglo XVIII o el descubrimiento del Gigante en Moral de Calatrava. También hubo exposiciones, recitales, mesas redondas, visitas guiadas… Es una selección pero hay más, y hay que estar atentos a las Actas.