Editorial Ledoria
Toledo, 2016
Págs.: 404
Edad recomendada: Adultos
Ilustración de la portada: Pedro Castrortega.
Preliminar: Juan Sánchez Sánchez
He aquí una obra colectiva, una cantiga muy particular lanzada desde el cielo interior, enriquecida con la voz de los poetas de una tierra de paso y sol adrede, locutores del alma manchega, duendes del arte y la palabra, voceadores de siega y corazón, juglares modernos actuales del siglo XXI, donde ni la edad, ni los diferentes estilos les hacen desentonar, ni les separan del todo del lugar de origen, del que sueñan del que habitan…
Es tan particular esta muestra de versos, expuesta por los paseadores del primer cuarto del siglo XXI, que la hemos acentuado, Cántiga, para que se diferencie de otras muestras colectivas, tal vez de otras geografías, pero sin perder de vista a los poetas de tierra adentro, hombres y mujeres que se han visto tentados por conocer nuevos horizontes y colinas, incluso muy próximos a su lugar de cuna; horizontes y colinas que a veces han dejado por mentirosos a nuestros lares, y es que las tierras suelen estar muy estereotipadas con su plenitud de llanuras. No hay que olvidar que en los pueblos de La Mancha o en los valles, o en los montes, siempre ha habido volcanes, extintos o en erupción, pero volcanes altamente expresivos, dormidos, cuasi extinguidos, montañas con materia encendida, capaces de rimar y conjugar poemas como cuando un Quevedo, de paso por aquí, conjugó los vocablos «volcán» y «venas», relacionándolos con el amor y la geografía.
En el muy acertado prólogo del escritor y defensor de los libros y bibliotecas Juan Sánchez, director de la BCLM, nos habla de «Una tierra fértil en creatividad, en pensamiento, en capacidad de comunicación.»
Tierras de adentro, crisólitos lugares habitados por nuestros ricos poetas de una provincia extensa, como a algunos les salen sus poemas, ricos y extensos y, otras veces, sinceros y dolosos, ya que el tiempo en Ciudad Real a los poetas los cincela como viñas y convierte el algo parecido a una figura noble, a un juglar de todo tiempo y condición, pero con alma tierna de espantapájaros de era y trigo. Con todos esos ingredientes, se nos ha quedado una Cántiga muy personal, un coro de llanto y risa en tierra interior, que canta, y se queja, y se estremece toda, donde hace siglos se escucharon unos versos -cantigas- que fueron semilla, recitados por un poeta casi olvidado del medievo, dando lugar a la Leyenda del Trovador, leyenda que ahora nos une y representa.
José Corredor-Matheos, Félix Grande, Nicolás del Hierro, Amador Palacios, Antonio Gala, Manolita Espinosa, Pedro Antonio González Moreno, Natividad Cepeda, Federico Gallego Ripoll, Luis García Pérez, Paco Caro, Ángela Vallvey, Paco Gómez Porro… y decenas de trovadores más entonando de lo lindo. Gracias a todos, incluso a los que no aparecen, pero también están. Otros nuevos y jóvenes troveros se incorporan desde ya y se mueven muy sutilmente en la obra, encendiendo sus personalísimos volcanes, serán poseedores de sus propias cántigas, porque Ciudad Real no sólo es llanura, tiene fuerza de volcán.
Actualmente, los poemas están en efervescencia, utilizan las redes sociales, tal vez en exceso, se salen de geografías, se ayudan de imágenes, de sonidos, de pantallas y bares, de promoción y autopromoción, la poesía es volcán y llanura dentro y fuera de nuestros caminos y sendas, no hay límites, aunque aquí se los queramos poner, en un último intento de reunir la dispersión creativa de la palabra. Somo cantiga medieval y post libre en Internet. La sociedad actual tuitea el mejor caldo de cultivo para la poesía, y la palabra escucha otros mundos y se hace vida.
Para conseguir el libro se puede contactar con Editorial Ledoria
COMIENZO DEL LIBRO
Siempre me gusta recordar la frase de que son los poetas quienes mueven a los pueblos. Sus versos, que ponen alma y luz a las cosas; sus palabras, que avanzan en la lectura del mundo y de las gentes; sus metáforas, que nos obligan a ver la realidad de otra manera, bajo un prisma que los demás nunca hubiéramos sospechado, son indicios de que la poesía es una fértil herramienta para aprehender la vida y también para cambiarla.
Por eso no puedo sino felicitarme por la excelente idea que ha tenido Nieves Fernández Rodríguez, profesora, gestora cultural, impulsora de todo tipo de iniciativas, para acercarnos en esta «Cántiga» a más de setenta poetas vivos de la provincia de Ciudad Real, y para ofrecernos de ese modo un completísimo panorama del quehacer lírico en esas entrañables tierras manchegas.
Y me alegro también de que haya sido un editor toledano, mi buen amigo Jesús Muñoz Romero, quien se haya atrevido a editarlo, poniendo una vez así de manifiesto su compromiso con la literatura, con el pensamiento y con la creación en todas sus manifestaciones.
No soy crítico literario, pero sí me considero seguidor de la buena poesía, y me satisface ver en las páginas de este libro a buenos amigos. Citaré solo tres nombres: el que abre el libro, José Corredor-Matheos, y el que lo cierra, Francisco Gómez-Porro, y dentro de él, uno de los más entrañables, Nicolás del Hierro, al que acabamos de nombrar «socio de honor» de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Son tres personas buenas, en el mejor sentido de la palabra, tres almas que no paran de caminar y buscar, por la senda de la vida y a través de las palabras, las respuestas a un mundo que no siempre nos resulta fácil comprender.
Pero ellos son sólo una pequeña muestra de la extraordinaria riqueza lírica de la provincia de Ciudad Real: los poetas aquí recogidos, y muchos otros, la infinidad de grupos literarios, revistas, certámenes, encuentros y todo tipo de iniciativas que dan buena fe de su incesante actividad creadora y literaria.
Una provincia con poetas, novelistas, pintores, escultores, fotógrafos;músicos, una provincia creadora, como todas las de nuestra tierra, las de Castilla-La Mancha. Una tierra fértil en creatividad, en pensamiento, en capacidad de comunicación.
Creo que todo ello debe enorgullecernos. Y yo me siento orgulloso
de formar parte de esta tierra, y de apoyar, con nuestra herramienta,
la Biblioteca de Castilla-La Mancha, la labor de tantos artistas y creadores, de Toledo y de toda la región, y de abrirla al uso y disfrute de todos los ciudadanos.
El libro, que supone una gran aportación como antología a la poesía en la provincia de Ciudad Real, tiene además una gran aportación: el
estudio introductorio, escrito por la responsable de esta obra, Nieves Fernández Rodríguez. Se trata de un recorrido sobre el recorrido de la poesía en Ciudad Real: las antologías previamente publicadas; la edición de otras obras-fuente, como diversos diccionarios de ámbito provincial o regional que han supuesto un grandísimo esfuerzo de divulgación de la creación literaria… En suma, una introducción que significa una acertada puesta al día del panorama literario, especialmente el poético, en la provincia de Ciudad Real.
Libros como éste contribuyen a que conozcamos mejor nuestra riqueza, nuestro patrimonio cultural que, por lo mismo, es inmaterial y perdurable, porque las palabras están más allá del tiempo y de las
fronteras y nos acompañan en todo momento.
Juan Sánchez Sánchez
Director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha
Toledo